“Lo que me espera es alegría y felicidad”
Capellán Johannes Prassek para la familia
Hamburg, 10 de noviembre de 1943
Queridos,
hoy por la tarde se cumple el plazo y puedo morir. Esto me hace tan feliz, que no puedo decirles cuánto. Dios es tan bueno, que me ha permitido trabajar como sacerdote durante algunos años. Y este final, en plena conciencia y luego de una tranquilla preparación para enfrentar la muerte, es lo más lindo de todo.
Lo que más les pido en el mundo es lo siguiente: No estén tristes! Lo que me espera es alegría y felicidad y frente a esto toda la felicidad aquí en la tierra no significa nada. Por eso, también Ustedes pueden alegrarse. Para Ustedes mi muerte no es una pérdida; como sacerdote les habría podio servir muy poco. Lo que puedo hacer es rezar diariamente por Ustedes y eso lo podré hacer ahora mucho más. Mi mayor preocupación por Ustedes es lo mismo que me preocupa respecto de Paul, ya lo saben. A partir de esta preocupación tienen que entender lo que algunas veces les he escrito. Puedo ahora pedirles que me perdonen, si alguna vez los herí? Nunca fue esa mi intención.
Y gracias por todo lo que durante mi vida me han cuidado y por todo el amor que me dieron. Desde el cielo intentaré recompensarles por todo. Cómo irá a ser? Adiós! Los saludo nuevamente con cariñoso amor y gratitud.
Su Hans
Saluden nuevamente a todos los conocidos y amigos: el Pastor Alves, las hermanas de Rahlstedt, los Webers, los Gerdines, los Cordes, los Heiwings, mi párroco en Lübeck, las hermanas allá también, saluden sobre todo al Obispo y agradézcanle en mi nombre por todo, especialmente por haberme ordenado sacerdote. Nunca experimenté sobre la tierra algo más grande y hermoso, y ahora ya llega la mayor de las alegrías, Dios, el amor eterno.
Los bendigo por última vez. Sobre mis pertenencias he dispuesto en el testamento. Dejen todo así.
Traducción: Sr. Ursula O.S.U., Santiago, Chile