Martirologio
Porque eran amigos de Dios
En el año de la
salvación de 1943,
en el año
undécimo, cuando el seductor tenía poder sobre Alemania
en el año quinto,
de la despiadada guerra,
en la tarde del día 10 de Noviembre
los capellanes
Johannes Prassek, Hermann Lange y Eduard Müller
dieron su vida en
la guillotina,
en aquella misma
hora también,
junto con ellos, el pastor protestante Karl Friedrich Stellbrink,
porque como ellos, no quería seguir a ninguna otra persona más que a
Jesucristo.
Ellos vivieron en
medio de nosotros.
Amaron el
esplendor de la creación, la luz de la verdad.
Amaron a nuestro
país, el mar, las Iglesias antiguas de nuestra ciudad.
Amaron sobre todo
a las personas, que les fuenron confiadas.
Amaron la vida en
su plenitud, porque eran amigos de Dios.
Cuando las torres
de Lübeck , testigos de la antigua piedad, fuenron desrumbadas,
Dios se complació
construyendo nuevas torres, signos de la fe viva.
Entre muchos
escogió a aquellos, que veneramos aquí.
Ellos caminaron
sin temor y siguieron el camino de su vocación hasta el final.
Vivieron así
entre nosotros:
dando los
sacramentos ,incluso en contra de la prohibición de los poderosos.
Escuchando la
confesión de aquellos, que sin derechos
y dispojados de su patria vivían entre
nosotros.
Les dieron el
Cuerpo de Cristo y bendijeron sus matrimonios.
Ellos nos
precedieron:
Irradiando
alegría sobre nuestras almas áridas y desesperadas,
porque habían
puesto su confianza en Dios.
Proclamando la
verdad en voz alta por medio de su predicación.
Cuando la mentira
y el guardar silencio reinaban.
encendiendo la
llama, cuando ellos mismos se encontraban en la oscuridad.
Salvando a otros,
sin salvarse a sí mismos en una cuidad ardiendo.
Consolando,
cuando ellos mismos necesitaban consuelo en la cárcel.
Alabando y
ensalzando, mientras ellos eran despreciados.
Dando gracias,
cuando les anunciaban su muerte.
Amando en medio
del odio.
Ahora han llegado
a ser nuestras torres indestructibles en nuestra cuidad de Lübeck.
Hacia quienes
levantamos nuestra mirada y bajo cuyo ejemplo vivimos.
Bajo quienes
buscamos protección, cuando algún insuperable peligro nos amenaza.
Gisela Maria
Thoemmes
Traducción: Ute
Große Harmann y María Esther Luengos Vega