Johannes Prassek
Retrato
Nació 1911 en Hamburg-Barmbek en una familia pobre. Era un apasionado predicador, con gran carisma como “Pastor de Almas”. Hizo sus estudios de Filosofía y Teología en la Universidad de los Jesuitas (San Georgen) en Frankfurt/Main. A continuación en Münster y en el Seminario de Osnabrück. Le guiaba su gran vocación, unida a una profunda devoción y un gran amor por la Iglesia. Fue consagrado sacerdote en 1937 en Osnabrück, viviendo este día como “el hombre más feliz del mundo”. Sin embargo, ya entonces tenía la apreciación de que le iba a tocar sufrir mucho en su vida.
Su primer destino fue Wittenburg en Mecklenburg, trasladado 1939 a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Lübeck, era el mayor y jerárquicamente el número uno del grupo de los tres capellanes. En este destino, Prassek, en cuyo carácter se juntaron seriedad religiosa, alegría de vivir y humor, se ganó a todo el mundo.
En aquellos difíciles momentos, no se cortaba por decir las cosas por su nombre. Habló en sus clases de religión y en conversaciones con los feligreses, de los programas de eutanasia nazi. También denunció el trato infrahumano que recibieron muchos civiles en los territorios ocupados. En sus sermones dominicales criticó abiertamente y sin miedo la ideología nacionalsocialista.
Buena gente le advirtió después de las misas del peligro que corría. Su contestación: ¡Pero alguien tiene que decir la verdad!
Junto con otros seminaristas había aprendido en el Seminario el polaco, para poder atender pastoralmente, en su lengua materna, a los numerosos residentes polacos en su Diócesis. Comenzada la guerra, atendió como sacerdote clandestinamente a los prisioneros polacos, utilizados como obreros/esclavos. Una dedicación rigorosamente prohibida por el régimen y de la que la Gestapo nunca se enteró.
Alentó a las parejas de jóvenes polacos, que se habían conocido en Alemania, a vivir su unión “como matrimonio ante Dios”, ya que su casamiento era legalmente prohibido. Al final de la guerra, muchas de estas parejas se casaron en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.
Johannes Prassek, ha quedado anclado en la memoria de la comunidad parroquial por su notable carisma sacerdotal.
Texto: Bernhard Groten, Irún, España